Artículo publicado en «El Económico» día 31 de mayo de 2019 (los enlaces no se publican en el artículo original)
Las elecciones al Parlamento Europeo de la semana pasada son útiles en dos sentidos: el más evidente, y menos relevante, es conocer la configuración del Parlamento. Aunque éste no tiene la fuerza de los propios de cada país miembro, es cierto que en los últimos años se ha reforzado. Realmente las decisiones trascendentes se toman en Consejos integrados por representantes de los Gobiernos de cada país: por ejemplo, el Consejo Europeo formado por los Jefes de Estado o de Gobierno de los países de la Unión que se encarga, entre otras cosas, de nombrar al Presidente del BCE (tarea que tendrán que acometer en breve); la Comisión Europea compuesto por un miembro de cada país y que toman decisiones políticas y estratégicas o el Eurogrupo por cada Ministro de Finanzas.
Aunque no es decisivo, sí tienen ciertas competencias legislativas, de supervisión y presupuestarias (siempre de la mano del Consejo Europeo). En este sentido, la conclusión tras las elecciones es que las fuerzas euroescépticas han quedado relegadas a un segundo plano; buena noticia que facilitará el trabajo común los próximos cinco años.
Por lo tanto, más que las consecuencias a nivel supranacional, son más importantes las de nivel nacional por el sentido de voto de cada población.
Efectos en los países miembros
Los efectos más inmediatos se han dado en Grecia y Austria: en el país heleno (que tan de moda estuvo políticamente hace pocos años) se han adelantado las elecciones generales tras el triunfo del partido de centro “New Democracy”. Una salida de Syriza (izquierda radical) calma la, ya menguante posibilidad, de Grexit.
Mientras, en Austria se ha llevado con éxito una moción de censura contra el Canciller Kurz y se esperan elecciones para septiembre.
De momento hay que vigilar tanto a Alemania que se arriesga a una ruptura de la coalición de Gobierno, como Italia donde Salvini ha salido reforzado y mantiene la idea “cambiar el juego de fuerzas en Europa”.
Más preocupante es la victoria de partidos pro-Brexit en Reino Unido, con lo que vuelve a hacerse hueco la opción de un Brexit duro, que junto a la Guerra Comercial y, posiblemente a Alemania, volverá a centrar el interés geopolítico mundial.
Datos:
- 51% La participación ha rondado el 51% en las elecciones Europas, la más alta en los últimos 20 años.
- 7,19% España tiene una participación del 7,19% de escaños en el parlamento europeo, al tener 54 de los 751 que hay.
- 40 Hace ya 40 años que los miembros del Parlamento Europeo, originalmente la Asamblea Común de la Comunidad Europea del Carbón y del Acero, se eligen por sufragio.
